miércoles, 4 de mayo de 2011

Dracula y el premio Nobel de la paz.


Hace unas horas escuchaba un programa radial en el que su conductor, Alejandro Dolina, comentaba sobre los recientes sucesos referidos a Bin Laden. Decia Dolina que últimamente estaban pasando muchas cosas raras en el mundo como que un sujeto premio Nobel de la Paz apareciera por TV jactándose de haber dado la orden para que se asesinara a un ser humano y encima haber arrojado su cadáver al mar. En efecto el presidente Obama, premio Nobel de la Paz, decia por TV que el había dado la orden de matar a Bin Laden y de arrojar su cuerpo al mar, claro que "siguiendo los preceptos de la religión musulmana".

El premio Nobel de la Paz no es la primera ves que se entrega a personajes no muy pacíficos, en efecto en 1978 les fue otorgado a Menajen Beguin y Anwar el-Sadat, un viejo terrorista judío el primero y un dictador y represor de los egipcios el segundo. En 1919 se le había otorgado a Woodrow Wilson, el hombre que no vacilo en usar cualquier metido para meter a su país en la primera guerra mundial inventando historias como la de un acuerdo entre México y Alemania para invadir EE.UU o enviar al transatlántico Lusitania a la muerte. Mas recientemente la fue otorgado a Henry Kissinguer ,1973, uno de los ideologos del golpe de estado de ese año en Chile que abrió las puertas a la sangrienta dictadura de Pinochet y siguen las firmas.

Ante este panorama me pregunto por que Dracula no puede recibir el Nobel de la Paz. Después de todo el nunca bien ponderado Conde Dracula no invadió ningun país ni mantiene cárceles semi clandestinas en terceros países. Si bien es cierto que de ves en cuando muerde cuellos ajenos no ha causado en sus muchos años de vida tantas muertes como algunos nobeles de la paz, También hay que tener en cuenta que Dracula, en el fondo, no mata a nadie por que sus victimas no mueren como cualquier hijo de vecino sino que vuelven de los cementerios Transformados en nuevos vampiros. Vampiros a los que el Dr. Van Helsing matara después de detectarlos.

Propongo juntar firmas para enviarlas a a la Academia del Nobel apoyando la candidatura del Conde Dracula para el próximo Nobel de la Paz. Y cuando le sea otorgado exclamaremos como Obama "se ha hecho justicia".

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