domingo, 21 de agosto de 2011

La dama y los peones.


El 14 de Agosto llego y paso como una tromba que se llevo las expectativas de la oposición en Argentina. La actual presidenta Cristina Fernandez arraso en los cómputos electorales consiguiendo ella mas votos que todos los demás oponentes juntos. Sin embargo las fuerzas populares y menos el partido oficialista no deben descuidarse, solo se gano otra batalla y la guerra continua. De acá al 23 de Octubre pueden pasar muchas cosas y no hay enemigo pequeño.

Entre los políticos opositores hay algunos especialmente peligrosos, en particular un ex presidente legal pero no legitimo que ha dado muestras de su gran habilidad para embarrar la cancha. La prensa opositora continuara con su parafernalia alarmista anunciando catástrofes cósmicas si la actual presidenta consigue su reelección en Octubre. Algunos opositores tratan de convencer a los votantes de la conveniencia de cortar boletas y votar para presidente a CFK y diputados y senadores de otras listas, especialmente la de ellos claro esta. Cabe preguntarse: si yo voto la reelección de la actual mandataria es porque estoy conforme con su desempeño y en ese caso ¿Porque dificultar su trabajo imponiendole legisladores de otros partidos que votarían en contra de las leyes que ella envié al congreso? Es mas si estoy de acuerdo con su gestión debere ayudarla eligiendo legisladores afines a su pensamiento.

Los políticos opositores no salen de su asombro ante el tsunami de votos oficialistas y se ladran unos a otros como perros de distintas jaurías. Aun dentro del mismo partido el pase de facturas es impresionante. Evidentemente el árbol no les deja ver el bosque, pierden porque no presentan ideas nuevas, pierden porque son los mismos que llevaron nuestro país al desastre, pierden porque no se han renovado, pierden porque solo con el apoyo mediático no se puede ganar una elección, pierden porque los mas conspicuos miembros de esa oposición nos hacen dudar de su salud mental y otro el único merito que tiene es la portacion de apellido y un restante trae recuerdos no muy atractivos.

El oficialismo gana porque, aun con falencias, ha completado muchas asignaturas pendientes y se ha ganado la confianza de gran parte de la sociedad y esta espera que en otros cuatro años de gestión profundice su trabajo y siga adelante con su modelo de estado. Una critica que se le hace al actual gobierno es que da muchos subsidios a los pobres, antes esos dineros se los llevaban los ricos y los gastaban en Miami u otro destino similar. Los pobres los gastan acá. Hace un tiempo escuche a un periodista radial decir que los productores agrarios no consiguen peones para levantar sus cosechas porque estos se quedan en la casa disfrutando de los subsidios. La verdad de la milanesa es que los productores les pagaban unos jornales miserables y si quieren peones deberán pagar salarios mas razonables.

El merito principal del actual gobierno es haber puesto la economía supeditada a la política y no a la inversa como ocurría en nuestro país cosa que los políticos opositores, que responden a intereses ajenos a nuestras necesidades como nación, no aceptan e insisten en proponer recetas ya puestas en practica en Argentina y que nos condujeron a la debacle del 2001. Esas recetas se están poniendo en practica en estos mismos momentos en Europa y EE.UU con resultados desastrosos pero esos políticos opositores parece que están mirando otro canal.

No quiero cerrar la presente sin recordar al creador del mito fundacional del Kirchnerismo el extinto ex-presidente Nestor Kirchner. El año pasado decía tras la infausta noticia que había muerto un hombre pero nacía un mito y no me equivocaba.

1 comentario:

  1. Dos grandes verdades: los agrogarcas se gastan (nos gastamos, porque soy ganadero) una proporción mucho más alta de nuestros ingresos afuera (en mi caso, comprando porquerías electrónicas, porque turistear me gusta dentro de mi país). Y los pobres se la gastan en comida y ropa, casi exclusivamente nacionales.

    La segunda verdad: a los negros no les gusta trabajar; a mí tampoco. Es decir, no me gusta laburar de lo que tienen que laburar ellos, ni mucho menos me gusta si me pagan lo que cobran ellos. Mi laburo me gusta pero puedo elegir, ellos no. Si quiero que hagan un laburo que no les gusta, hay dos opciones: si la opción es cagarse de hambre, les pago lo que quiero. Sólo que algunos no aceptan el trato y salen a robar. Pero si no los puedo obligar a cagarse de hambre, tengo que pagarles bien, como para que prefieran hacer un laburo que no les gusta antes que quedarse en su casa.

    Por último: no hay manera de pasar un mensaje sólo a una parte de la sociedad; se habla para todos, pero sólo una parte escucha. Si los radicales dicen "cortá boleta", se lo dicen a todos, pero sólo el 49,94% puede que los oiga. Lo esperable es que los que corten boleta sean los radicales, que consigamos el 50% en diputados y el 60% para presidente.

    Marcelo, el gaucho

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